De la pobreza a la riqueza.

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Desde tiempos inmemoriales, las hermandades que no tenían muchos hermanos para financiar el costo de los cultos, enseres, pasos y demás, han tenido que realizar diversos tipos de rifas, tómbolas y participar en la lotería nacional. Una de las hermandades que más utilizó este método de financiación y que más salió beneficiada, fue la Hermandad de penitencia de la Amargura fundada a mediados del siglo XVII en San Julián. Esta hermandad costeó sus primeros gastos en forma de limosnas que donaban sus hermanos o personas de la acollación de San Julián, de modo que las dificultades económicas de la Sevilla del siglo XVII también se hizo notar en una joven cofradía que tuvo que suspender algunos años su salida procesional hacia la catedral. Para darle solución a esta crisis, la hermandad de la Amargura fue de las primeras, si no la primera, en realizar rifas y tómbolas para ganar dinero. A pesar de los pocos recursos que contaba la hermandad , esta empezó a recuperar los enseres más necesarios y todo lo demás para poder realizar adecuadamente su salida procesional.
Era tanto la pobreza de esta hermandad que la hermandad de la Hiniesta tuvo que prestarle su Dolorosa (atribuida a Martínez Montañés) en sus primeras salidas del Domingo de Ramos hasta 1708. La junta de la Amargura de principios del siglo XVIII se dio cuenta de que la hermandad en San Julián no atraía a muchos fieles ni hermanos y por supuesto, recaudaba muy poco dinero, así pues la hermandad decide cambiar de sede hacia la 

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iglesia de San Juan de la Palma en el antiguo barrio de la feria donde también estaba la antigua hermandad de Caño Quebrado (Soledad de San Buenaventura). La hermandad notó un ascenso de hermanos y gran mejora social pero seguía estando económicamente mal, así que la cofradía decidió no realizar en algunos años su salida procesional para ahorrar dinero para poder comprar un altar digno. El siglo XVIII no fue muy bueno para la Amargura, ya que en la sociedad surge un cambio de mentalidad en contra del antiguo régimen y esto hace caer de nuevo en crisis hasta tal punto de casi desaparecer como muchas otras. Podemos decir que gracias al esfuerzo que acometió Mariano de la Cuesta en salvar a la hermandad, no llegó a la desaparición, la cual vivió una etapa buena hasta 1904 que se fusionaría con la hermandad Sacramental donde la hermandad se beneficia de mucho patrimonio y hasta con su capilla. La hermandad vive una época de gran apogeo hasta que llega la pesadilla de las cofradías y de los cofrades, la guerra civil desembarca en Sevilla destrozando todo el patrimonio religioso y cofrade, dejando a muchas hermandades arruinadas y a otras muchas extintas. La hermandad de la Amargura quedó arruinada sumergida en un barrio lleno de pobreza y encima casi todo su patrimonio queda envueltos en llamas en medio de

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la plaza de San Juan de la Palma en 1936. Pero la hermandad no sabía el milagro que Dios iba a posar sobre la Amargura y al barrio de la calle feria, ya que el 5 de enero de 1938 el barrio se despierta con una lluvia de millones que anticipa la llegada de los Reyes Magos, tocandole el premio gordo del sorteo nacional de "El niño". La Hermandad no se lo creía al principio porque llevaban mucho tiempo jugando a la lotería y nunca les había tocado nada. Con este gran milagro la hermandad adquiere nuevo paso de misterio que es el que tenemos en la actualidad y para recordar este acontecimiento la hermandad mandó a tallar detrás de la cartela de la canastilla frontal del paso Cristo, el numero premiado que sería el 14.248. Ya hasta la actualidad la hermandad está viviendo con gran apogeo y siendo ahora para muchos sevillanos, una hermandad ejemplar de la Semana Santa sevillana. Deciros con todo esto, que no sólo ha sido la Amargura dueña de estos problemas sino estamos hablando de la mayoría de ellas pero los cofrades somos tantos que nunca hemos dejado de lado las cofradías ni la palabra de Dios.

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• Imagen 1: Podemos apreciar una antigua estampa de nuestro Padre Jesús del Silencio en el desprecio de Herodes.

• Imagen 2: Vemos a la Virgen de la Amargura en tiempos de la guerra civil

• Imagen 3: Aquí se observa la salida del misterio ya completamente terminado tras haber sido pagado por el dinero de la lotería.

• Imagen 4: Cartela del frontal del paso de Cristo, la cual es la que tiene detrás el número de la lotería premiado, el 14.248.

Redacción: Miguel Ángel Gilarte.